Desde el blanco y serpenteante pueblo de Torres a 880 metros de altitud y rodeados por las cumbres de Sierra Mágina como el pico Almadén, el más alto de la provincia de Jaén, conviven dos cultivos que se abrazan: el olivar de montaña y el cerezo.

Nuestra cooperativa oleícola, tiene sus orígenes en el agua de Torres, otra de las señas de identidad de nuestro pueblo. Una sociedad de agricultores que surtía al pueblo de electricidad a través de la “fábrica de la luz, la central hidroeléctrica del río Torres, fueron los que fundaron posteriormente la cooperativa para la producción de aceite de oliva virgen extra, en el año 1971, hace ya más de 50 años, con el afán común de crear un aceite de oliva virgen extra de calidad, del cual estar orgullosos, extraído de los frutos de sus olivos de montaña. Así nació la Cooperativa Santa Isabel de Torres y su aove picual: Señorío de Camarasa.